La forma inicial de Pablo Socolsky: Recónditas nervaduras

La forma inicial de Pablo Socolsky: Recónditas nervaduras

Cierta pereza en la enunciación cerraría todo de antemano: tarea desganada resultaría subrayar el sintagma «solo piano», especificado desde la portada, y colocar este trabajo dentro de una ringlera de antecedentes canónicos, inamovibles, de la que el género jazzero disfruta de hacer gala. Pero, como enseña uno de los haikus que el japonés Masaoka Shiki talló y pulimentó en las postrimerías del siglo XIX, [de las] «Rosas: / Las flores son fáciles de pintar; / Difíciles las hojas». A algo que conduce de recónditas nervaduras a una delgadísima trama dan relieve las once piezas que Pablo Socolsky conjuntó para el álbum, de reciente edición, «La forma inicial».  Su atmósfera de intemporalidad, que a través del mismo movimiento parece caer hacia la premura como detenerse en la quietud, capta, sin embargo, los ecos desprendidos del presente de un mundo que se debate entre la zozobra y el temor vigilante; mientras, ninguna tardanza le impide a las preguntas, urgentes y a la vez caprichosas, chocar contra la puerta.

 

En diálogo con su creador, el pianista Pablo Fernando Socolsky, la ávida curiosidad de La Nota Azul discurrió por los interrogantes que quedan resonando tras cada nueva escucha del álbum «La forma inicial».

 

El álbum está cargado de aire fresco, tiene un pulso espontáneo tremendo; las piezas provocan la sensación de gestarse en el preciso instante en que empiezan a sonar. ¿Cómo fue la concepción de este trabajo? ¿Hubo una labor compositiva antes de entrar al estudio, o se trata de improvisaciones con una selección posterior de las tomas registradas?

 

El proyecto cuenta con algunas composiciones originales, improvisaciones en estudio y versiones de Paul Motian y de Ornette Coleman.

Si bien hubo, en las composiciones y versiones, trabajo y una preparación previa a la grabación, el formato de solo piano permite reinventar cada vez y da lugar a lo inesperado. 

La elección del estudio es el primer paso, sumamente importante, y a dar este me lo facilitó el escuchar los últimos discos de los maestros  Ernesto Jodos y Carlos Casazza, bellísimas obras y con un sonido increíble. Grabé en el estudio Ideo Music, de CABA, siendo Mariano Míguez el ingeniero de sonido.

La escucha de los grandes referentes, que me acompañaron a lo largo del camino, ha sido fundamental para encontrar mi lenguaje. Los tremendos discos de solo piano de Keith Jarrett (en todas sus épocas; desde «Facing You» y «Sun Bear Concerts» hasta su último trabajo, «Munich 2016», para ECM), de Paul Bley («Open, to Love», «Solo in Mondsee»), de John Taylor («Phases», «In two Minds», ambos publicados por CAM Jazz), y algunos trabajos de Bobo Stenson, me guiaron en este proyecto. 

La decisión de incluir improvisaciones en el disco ha sido por una imperiosa necesidad, que surge como alivio o descarga en un primer momento, pero con la escucha posterior resultan los momentos más creativos e inspirados («La salvación de lo bello», «La forma inicial» y «Al final del día»). No hubo selección: son primeras tomas.

Respecto a las composiciones originales, fueron elaboradas al inicio en casa y posteriormente las trabajé con mis maestros, como Carlos Casazza, Rocío Giménez López y Mariano Ruggieri, que me han acompañado generosamente en estos años.

El arte de tapa es un detalle ampliado de una acuarela original de Verónica Sendra. Creo que es lo mejor del disco, ¡realmente invita a escucharlo!

Me han ayudado, en el diseño gráfico, Germán Arese y Mariano Suárez, como también, en la producción ejecutiva, el acompañamiento y la experiencia de Horacio Vargas, director del querido y prestigioso sello rosarino BlueArt Records.

 

Un clima atemperado recorre «La forma inicial». Y es esa calma general la que logra sofrenar el arrebato estridente que el tema «What reason could i give» exhibe, en su versión original de 1972,  como marca característa del Ornette Coleman de «Science fiction». Un cambio de tempo, se puede insinuar. ¿Qué ofrece hoy tal material sonoro, portador del lenguaje que el free jazz asumió en sus indagaciones iniciáticas, para encarar la decisión de re-visitarlo? ¿Corresponde presumir que fuiste orientado por la necesidad de transformarlo, no sin riesgo, en otra cosa, la de explorar el ímpetu inventivo que todavía conserva?

 

En un disco de Don Cherry, «Dona Nostra» (ECM, 1994), en el que está junto a varios músicos europeos, que hacía tiempo quería escuchar, me encontré con una versión intimista de «What reason could i give» que hizo a dúo con Bobo Stenson. Me conmovió. Y he tomado esa referencia.

 

¿El formato solista obliga siempre a adoptar una actitud de intimidad empecinada, a efectuar gestos inevitables de despojo? Si sirve de ejemplo: percibir la modulación que le imprimes a «Birdsong», sabiendo además que pertenece a Paul Motian, facilita algunas especulaciones en torno a cuánto te condicionó, acá, la ausencia de batería. ¿O, muy por el contrario, equivoca los términos el hablar de que, a falta de instrumentos acompañantes, obvias limitaciones llevan a un tipo determinado de interpretación del piano?

 

De Paul Motian había varios trabajos que me gustaban. Escuchando de Russ Lossing, quien fuese pianista suyo en varios proyectos, discos que le dedicó a él, uno de solo piano («Drum Music») y otro en trío («Motian Music»), decidí elegir un tema que no estuviera en ninguno de los dos. Me gustó «Birdsong» y me inspiré en la versión del disco «Tati» de Enrico Rava. Esto da cuenta del trabajo de investigación y escucha, ¡súper disfrutable!, para este proyecto.

Paul Motian, igualmente, fue un notable compositor, no sólo un original baterista; en sus temas hay cuestiones interesantes de patrones melódicos y rítmicos.

 

Tomaste prestados, ¿no?, del maestro Ricardo Piglia y del filósofo surcoreano Byung-Chul Han, respectivamente, los títulos «La forma inicial» y «La salvación de lo bello». ¿Buscaste, al citarlos, una manera de rendir homenaje, de expresar gratitud o reconocimiento? ¿Hay más referencias librescas, artísticas? ¿Dónde se entrecruza la lectura con tu música?

 

-La lectura es algo que siempre me acompaña. Puntualmente, durante el tiempo en que se generó el material para el disco me he encontrado con estos autores y, específicamente, estos libros me inspiraron profundamente. Tomar los títulos y citarlos es una forma de homenaje y agradecimiento. Además de tratar de acercarlos a quienes no los conocen.

 

Entrevistada realizada por Gastón Rama

para La Nota Azul

 

ESCUCHÁ AQUÍ LA FORMA INICIAL de PABLO FERNANDO SOCOLSKY

 

Y AQUÍ A PABLO SOCOLSKY ANTICIPANDO LA FORMA INICIAL EN LA NOTA AZUL

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