Entrevista a les integrantes de Capris con motivo de la edición del disco CAPRIS I_II

El fotografiar gestos es una de las formas de indagar en eso que está detrás de lo que se muestra, mirar una mano, una boca, o detenerse en una mirada porque tal vez no haya otra huella que esa foto para conocer a una persona que desaparecerá en algún momento y se llevara con ella todos sus sueños y utopías.
¿Pero qué pasa si no es un solo individuo sino varies, y que al unirse forman un ser de múltiples formas y facetas todas auténticas, alimentado por el deseo, la creatividad, los miedos y por sobretodo la fraternidad, y que busca traducir a ciegas un ritual, un sueño, una utopía real.
Para entender o conocer algo de eso entrevistamos a les integrantes de Capris que a principios de Abril de 2021 lanzaron CAPRIS I_ II, un disco doble grabado y masterizado por Sam Nacht y editado por el sello TVL REC.
La entrevista consta una serie respuestas que confeccionaron todes les Capris a un cuestionario que armamos mesclando lo que sabíamos de elles y queríamos que elles contaran a otres y sobre lo que no sabíamos, y queríamos que nos contaran.
Compartimos entonces lo que nos dijeron Julieta Abril Berretino (Voz, Percusión), Camila Reboratti (Piano, Sintes), Leo Cullari (Saxos tenor y Baritono, flautas), Gustavo Obligado (Saxo Alto y Tenor, Sampler, chobis), y Martin Santagada (Guitarra eléctrica, textos).

Leo Cullari (Saxos tenor y Baritono, flautas),
Gustavo Obligado (Saxo Alto y Tenor, Sampler, chobis)
Camila Reboratti (Piano, Sintes),
Martin Santagada (Guitarra eléctrica, textos).
y Julieta Abril Berretino (Voz, Percusión),
Capris es un proyecto que reúne artistas de trayectos musicales diversos, ¿qué es Capris en la vida artística de cada uno de ustedes?
Leo: Caprís es una utopía real, es una hermandad profunda que va más allá de lo musical. De hecho partió de un cariño muy fuerte entre todes, la necesidad de juntarnos y en mi caso, el miedo a perderlos. Casi que fue una excusa para que el club siga abierto. Ese fue el puntapié inicial, y como todo nacimiento y primeros pasos, muy demarcante en la relación y manera de proyectar el grupo.
Hay muchos caminos para llegar a hacer obras, pero este que encontramos partiendo de lo afectivo y una militancia de lo colectivo es terriblemente placentero y enriquecedor.
La diversidad de proveniencias creo que aportó al enriquecimiento del grupo donde cada integrante tenía algo para aportar. Muchas puertas se fueron abriendo y mucho tiempo que fuimos invirtiendo en la construcción conjunta y el conocimiento del otre. Desde lo artístico, Caprís, es la comprobación empírica que existen caminos posibles en el trabajo de creación horizontal
Gustavo: Somos una unidad fraternal, una experiencia colectiva de cómo llevar adelante trabajos y procesos creativo. Sostenerlos y sobrevivir en el intento. Esa fraternidad hace que exista un amor particular por Caprís porque no solo somos cinco músicxs creando sino que también hay un lazo más profundo que nos une, somos cinco amigues… y como el proyecto nació en el ámbito educativo del Taller de Composición de Capellano tiene esa complicidad de haber transitado un mismo espacio común que nos marca.
Camila: También es un espacio de juego y de exploración con el sonido que le dio lugar, sin prejuicio, a todas nuestras ideas a lo largo de mucho tiempo. Una máquina por momentos ruidosa, y por otros silenciosa, que nos hizo sonar. También es un entorno de amistad y de compañía. Nos unió a lxs cinco y nos enseñó a escuchar y a crear con otrxs de manera horizontal y colectiva. Alto espacio de aprendizaje y fraternidad.
Zorzal (Martin Santagada): Yo creo que Caprís es el punto de encuentro de lo utópico, de crear colectivamente, de admirar a mis compañeros y compañeras y también el ejercicio de ensamblarse y fundirse con otres.
Ustedes son cinco y aun con lo que cuesta coordinar siempre hacían grandes esfuerzos para tener muchos ensayos. Y eso tal vez se deba a que en Capris, la composición es algo importante. ¿Qué ideas tenían en la cabeza cuando comenzaron a trabajar en las piezas del disco y con qué ideas salieron luego de la grabación?
L: Creo que la ritualidad es determinante en este caso. El encuentro recurrente en el tiempo es el inicio necesario de toda comunidad para construir. La ritualidad genera ese espacio religioso donde el vínculo se hace posible y profundo, y por consiguiente, los productos que salen de ahí. El día de ensayo era el día de encuentro mucho más allá de lo musical. A partir del conocer al otre podés entender sus potencialidades y necesidades. Desde ahí, sin forzar, cada une de nosotres se recuesta en las habilidades y discursos del otre.
Caprís partió siempre de la composición colectiva real. Si bien la idea primigenia seguramente provenía de algune, luego era el grupo el que la modelaba y desarrollaba. De hecho, éramos muy rigurosos en esto, tal vez demasiado, en la militancia de la composición colectiva.
La composición es algo importante y demarcante en Caprís, pero no tomada de la manera tradicional. La composición nuestra siempre fue un mapa de ruta, con una dirección, un pre esqueleto, donde aparecen muchos lugares de confianza en el compañere, pero sin perder la potencia del gesto. Si el gesto se endurece, la música queda rígida.
En cuanto al disco específicamente, si no recuerdo mal. Hubo una idea de Cami de hacer micropiezas de dos minutos jugando con distintas combinaciones tímbricas posibles. Me pareció genial. Estas duraciones de las músicas van muy en diálogo con la contemporaneidad. Las músicas aledañas a lo que hacemos, suelen tener duraciones mucho más importantes; llevar todo al formato mini expresiones fue un desafío, casi en ironía con los discos comerciales.
G: El disco surgió por el interés de registrar un momento puntual de nuestras vidas. Estuvimos todo el 2019 ensayando bastante y nos parecía importante que eso quede plasmado. Ese mismo año participamos de distintos ciclos, no sólo de música también de performance entonces trabajamos de otras maneras y con otras ideas, y ya no era solamente ponerse de acuerdo con lo musical sino que también apareció lo escénico, la danza, colaboraciones con otros artistas y formas de expandir las posibilidades sonoras de nuestros instrumentos usando tecnología, pedales de efectos, sintetizadores y todas esas exploraciones eran improvisaciones y búsquedas de configuraciones distintas.
En la grabación propusimos ese trabajo de un Caprís quinteto y uno Caprís diseccionado en duos o tríos y con la opción de usar electrónica o usar instrumentos acústicos. Bajo esas premisas, y el azar en el medio, grabamos.
Z: Lo electrónico fue surgiendo, cómo surgieron las perfos y los textos. Vino de la mano de Gustavo y de incorporar nuevos instrumentos y nuevas sonoridades , pasamos de un concepto camaristico y escrito, a una zona de texturas y de hiperprocesamiento de los sonidos, de alguna manera quisimos dejar las notas atrás y quedarnos con un paisaje más abstracto o con las sensaciones y afectaciones que nos proponían los sonidos que fuimos encontrando.
¿Qué cosas de las que están en este disco de Capris les remontan a la época en la que trabajaron juntes en el Taller de Composición del CSMMF con Ricardo Capellano?
L: Despegar a Caprís del Taller es imposible. Es una extensión y profundización de lo que fuimos encontrando con Capellano. A cada une nos afectó de alguna manera el trayecto por el Falla, creo entender, de manera muy positiva. Aun viniendo todos desde lugares musicales muy distintos, el camino transitado fue muy enriquecedor para cada une, lo que indica que el proceso en ese espacio va mucho más allá de los lenguajes específicos que cada une manejaba.
El Taller como espacio de comunión y ritualidad tenía una fuerte impronta en encontrarse une mismo en la sinceridad musical. Y aún más, en encontrarse une en el trabajo colectivo. Parece simple al decirlo, pero es un camino complejo y profundo. No es casual la cantidad de músiques extraordinarios que pasaron por ese trayecto que yo admiro profundamente. La lista es gigante. Queda instalada después, una especie de comunidad con lazos muy fuertes.
J: Concuerdo con Leo, despegarlo del taller es imposible. En lo personal, poder formar parte de lo que fue el taller de composición de Capellano fue prácticamente un antes y un después con respecto a nociones musicales que traía desde antes y también todo lo que tiene que ver con mi instrumento, maneras de sonar, de explorarlo y trabajar su expresividad, pensarlo desde sus posibles diversos roles corriéndolo de lugares comunes y también en cuanto a maneras de pensar, componer, crear y organizar músicas con otrxs musicxs desde un trabajo colectivo.
El disco es un disco doble, donde el lado A se forma con piezas de gran sutileza, con otras de mucha potencia y fuerza. Algo que tal vez quienes les vimos tocar o les escuchamos antes podíamos intuir que Capris era capaz de hacer y lograr con gran belleza. Mientras que en el del lado B del disco, hay un Capris poco conocido, más electrónico, ¿eso fue algo que nació en el estudio?¿algo que venían trabajando?
L: Bueno, eso surgió de una disputa interna que tuvimos en un momento en 2019 (risas). Fue una disputa real, donde había dos direcciones posibles a tomar. Creo que hasta votamos internamente y si no me acuerdo mal, salimos 3 a 2. A partir de esta votación hicimos unas músicas desde lo electrónico (Caprís V2). Teníamos que hacer una serie de presentaciones (algunas están subidas a Youtube), la primera en casa Caralha. La verdad que lo que quedó nos gustó mucho y nos abrió campos nuevos.
Pero como sucedió siempre en la banda, se buscó que los dos caminos confluyan, no sean excluyentes. Creímos que era posible y el resultado es este disco doble. Uno plantado en lo acústico, otro, desde lo electrónico en diálogo directo. Yo quedé muy encantado con el material.
G: El primer año de existencia de Capris también hubo exploraciones con electrónica y eso tiene que ver con las herramientas y las posibilidades. No siempre es posible tocar con un piano acústico. Entonces nos pusimos como desafío encontrar otras formas y así nos abrimos a usar herramientas distintas, no solo instrumentos sino también objetos o nuestros cuerpos.
Al no poder tocar, había mucho tiempo libre para la edición de material y buscar un sello con el cual lanzarlo. Pero eso no significa que sean dos tareas fáciles. ¿Cómo fue el trabajo de edición y como llegaron a la elección de TVL RECORDS para la salida de este disco?
L: El disco lo habíamos grabado en el Estudio Libres de Sam Nacht. Las posibilidades de edición y procesamiento eran infinitas, pero decidimos que fuera el propio Sam el que haga el trabajo. No solo por la amistad, sino porque es un gran referente de estas músicas, tiene un conocimiento de lo que buscábamos cada une desde su lugar y tiene un concepto general con el que coincidimos siempre. Sumado a esto, no queríamos editar demasiado a lo que había pasado en la jornada de grabación. Si bien hay muchas posibles maneras de encarar la propuesta estética, preferimos darle la coloración más del vivo y lo que pasó en el momento.
Siempre tuve profunda admiración personal por las producciones de TVL, desde las tocadas, los festivales hasta las propuestas musicales y artistas que producen. También jugaba un rol el cariño con Carlos, Violeta, Camilo desde la cofradía capellanística e hicieron posible que podamos sacarlo con ellos. No sólo es gente que queremos y respetamos, de alguna manera ellos nos conocen a cada une de nosotres facilitando la elección. Es por esto que TVL como sello para nosotres es un lugar de publicación muy querible.
Z: Con TVL, era la elección natural, por una cuestión de que les conocemos tanto a Viole García, a Carlos Quebrada y a Camilo Ángeles .
Los conocemos como personas y cómo músicos y de ambas formas los queremos y los admiramos. Lo mismo con Sam Nacht y con Florencia Asteggiano que fue la que cerró el disco con el arte de tapa. El proceso fue fragmentario y complejo, pero no difiere de todo lo que es Capris, cuando parece que no sucede y que no pasa nada. PUM!
Sucede y está hecho. Fue una elección que conllevó varias cuestiones, por un lado conocemos y disfrutamos el trabajo de TVL y las personas que forman parte del sello, nos pareció además que formar parte de un catálogo de otros artistas de la escena experimental de Buenos Aires y Latino América, nos suma un montón como grupo en medio de esta pandemia, queremos estar cerca de esas personas, son amigos, amigas, colegas, compañeros, compañeras. Y por último, creemos que si bien los procesos artísticos son individuales o grupales, proponer nuestro trabajo para TVL también puede aportar a visibilizar la escena y el ambiente de músicas experimentales, improvisadas y no convencionales que existen hoy día en Buenos Aires.

CAPRIS I_II
https://tvlrec.bandcamp.com/album/tvl-049-capris-i-ii
Julieta Abril Berretino: Voz, Percusión
Camila Reboratti : Piano, Sintes
Leo Cullari: Saxos tenor y Baritono, flautas
Gustavo Obligado: Saxo Alto y Tenor, Sampler, chobis
Martin Santagada: Guitarra eléctrica, textos
Técnica_
Grabacion ,Mezcla y Mastering :Sam Nacht en estudio Libres.
Grabado en Estudio Libres en Noviembre de 2019.
Visuales_
Arte de Tapa : Florencia Asteggiano
Foto : Nayla Zarba@naylazarba, Lucila Manara, Papagni